Viterbo Cisternas, Encargado de Ambiente Seguro Colegio Everest

¿Cuántos años lleva trabajando en el colegio y cuántos en este cargo?

Llevo 16 años en el Everest, 26 años en la Red RC y casi 3 años en este cargo.

¿Cuáles son las principales responsabilidades de su rol como Encargado de Ambiente Seguro en el colegio?

Desde mi percepción, el Ambiente Seguro es una mirada integral a todo lo que conlleva el cuidado de estudiantes, colaboradores y comunidad en general. Creo que no se restringe exclusivamente a la prevención de abusos, aunque éstos son parte fundamental y prioritaria en la relación con y entre estudiantes.

¿Puedes destacar algunas de las medidas y políticas implementadas en el colegio para prevenir el abuso y garantizar la seguridad de los estudiantes?

En los últimos años hemos implementado una serie de acciones en esa línea. Por mencionar algunas, capacitación del Encargado de Ambientes Seguros, capacitaciones internas y externas (Praesidium) para todos los colaboradores, extensión de la red de cámaras de seguridad en espacios abiertos y gimnasio, campaña interna de visibilización y promoción de nuestros protocolos con los docentes y personal en general, fortalecimiento de la señalética vial externa para prevenir accidentes.

¿Cómo se asegura de que los estudiantes estén informados sobre los protocolos de ambientes seguros y cómo actuar ante alguna situación?

Dentro de nuestro trabajo y capacitación de los colaboradores, hemos aterrizado el Protocolo de Ambiente Seguro para que éstos, a su vez, lo trabajen con los estudiantes en la hora de jefatura. También hemos informado a los apoderados para que ellos tengan claro a quién dirigirse en caso de darse la necesidad.

¿Cuáles son las principales dificultades que se presentan para mantener un ambiente seguro?

Creo que una de las mayores dificultades radica en la esencia misma de nuestros estudiantes. Son niños y jóvenes en formación que, muchas veces por validarse ante el grupo o por no sopesar las eventuales consecuencias de sus actos, se involucran en acciones que no son un aporte para la convivencia. Y es justamente aquí donde radica nuestro mayor desafío: fomentar la cultura del buen trato.

Otro desafío es mantener permanentemente nuestra mirada en este tema. En un colegio son tantos los frentes que se deben abordar de manera simultánea, que corremos el riesgo de no ver algunas de las señales. Justamente por ello nuestra primera labor ha sido involucrar a todos los colaboradores en el levantamiento de la relevancia del tema para que todos seamos agentes activos de prevención.

¿Cómo se involucra a los padres y apoderados en el plan de acción del colegio para la prevención y detección de abusos?

Para los padres y apoderados existen charlas en ciertos niveles iniciales sobre la prevención del ASI. También hemos socializado con ellos la actualización del Protocolo (octubre de este año) para que todos estén enterados e involucrados en la prevención. Claramente esto es una tarea de todos ya que un abuso también puede darse en contextos muy distintos al escolar.

¿Qué medidas se toman para garantizar la seguridad durante eventos o actividades extracurriculares fuera del colegio?

Independiente de la actividad, nuestros estudiantes siempre están acompañados por un mínimo de 2 adultos cada vez que les corresponde salir del colegio. Los colaboradores tienen claro que, a pesar de no encontrarse físicamente en el colegio, rige para todos (estudiantes y adultos) la normativa ya sea del RICE para los primeros (Reglamento Interno de Convivencia Escolar) o el RIOHS para estos últimos (Reglamento Interno de Orden, Higiene y Seguridad). En el caso de los colaboradores, ellos se comprometen a través de este documento a resguardar el cuidado de los estudiantes a su cargo.

¿Cuáles son los logros o avances que ha podido constatar usted en el último año, en relación a la prevención de abusos?

Creo que el mayor logro ha sido la visibilización de la temática de Ambiente Seguro y la conciencia respecto a la co-responsabilidad que tenemos todos en el resguardo de nuestros estudiantes.

¿Cuáles son los principales desafíos para la evaluación y mejora constante de las políticas y medidas de prevención de abuso en el colegio?

Creo que el principal desafío pasa por “no bajar la guardia”; por estar siempre atentos a las necesidades, dinámicas, actitudes, características, etc. de nuestros estudiantes para así adelantarnos en la prevención. Los “terceros” somos fundamentales en ello.

Por otra parte, creo fundamental promover la ya mencionada “Cultura del Buen Trato”; esa es la única forma de ver y acoger al otro, entendiendo que podemos ser distintos pero ninguno es mejor que el otro. En otras palabras, ser capaces de ver a Cristo en el rostro del otro.

¿De qué forma el uso de tecnologías y redes sociales podrían ser un aporte en la educación de materias de ambientes seguros?

Actualmente las redes sociales dan para todo. Claramente fueron “la” forma de contacto con el otro durante la pandemia y ese hecho marcó, a mi juicio, un antes y un después en nuestra aproximación a ellas. La idea es aprovechar la tecnología para mostrarle a los estudiantes las virtudes de este contacto permanente pero, a su vez, son una oportunidad para formarles en el autocuidado y en la valoración real de lo que en ellas se transmite. Deben ser una forma de acercarnos al otro y no una herramienta para alejarme o denostar a otro. Pareciera ser cierto que en la actualidad estamos cada vez más conectados de manera instantánea pero, paradójicamente, más alejados los unos de los otros.